Autor
Dan Glass

“Lavarse las manos en medio del conflicto entre poderosos y desposeídos equivale a ponerse del lado de los poderosos, no a ser neutral.”

Paulo Freire

Cambiar la historia

Todo el mundo tiene su propia manera de entender qué es la vida, qué se puede conseguir, qué significa ser humano, etc. Análogamente, toda sociedad humana se construye alrededor de una historia o narrativa determinada. Si no cambiamos estos relatos, el legado de la humanidad será el de los comportamientos dominantes que sostienen estructuras de dominación, que continuarán entonces afirmando que no existe alternativa a los actuales sistemas de opresión. Para que cambie el relato, debemos intervenir en el cómo y en dónde se escribe éste, y el mejor lugar para cuestionar las viejas historias y crear nuevas es a nivel individual y comunitario.

El núcleo de la educación popular es el desarrollo de conciencia crítica y creatividad. La educación popular fue desarrollada desde el enfoque radicalmente distinto de la educación de adultos que tenía Paulo Freire, que ayudó a la gente a “leer su realidad y escribir su propia historia”, la motivó para la acción y transformó su situación vital: la educación popular ayudó a la gente a crear una nueva historia. Cuando Freire desarrolló sus ideas, era un activo educador en localidades pobres y marginalizadas por todo Brasil, donde, como en la mayor parte de América Latina, saber leer era un requisito para votar y la población quería luchar contra las muchas dictaduras que se extendían por todo el continente.

La educación popular ha nutrido a movimientos sociales de todo el mundo. El Centre for Human Ecology, So We Stand, Abahlali - the South African Shackdwellers Movement, Centre for Youth Resources Foundation Network (Cryogenic), Mamelan, y el Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, son sólo algunos ejemplos de movimientos que han usado la educación popular para movilizar a sus comunidades.

Para Freire, la educación popular está enraizada en los temas generativos. La mejor manera de describir los temas generativos es pensando en imágenes o historias poderosas que afecten a la vida cotidiana de la gente de una comunidad. La conciencia crítica es el producto de un proceso en el que los temas generativos son reconocidos y analizados por los miembros de una comunidad. La exploración de estos temas le dice cosas a la gente, le permite entender su contexto, y ayuda a terminar con “una cultura de silencio”.

Freire pensaba que las personas que estaban en la base de la sociedad, se encontraban marginalizadas por el poder y el beneficio. Es fácil internalizar imágenes negativas propias propagadas por el opresor, y al hacerlo nos convertimos en nuestros peores enemigos. Si no entendemos los temas generativos en las luchas de nuestra comunidad, entonces las culturas del silencio continuarán y nos convertiremos en ”ventrílocuos del poder”. Esto significa que acabaremos repitiendo lo que nos han dicho que somos, echándonos la culpa mutuamente por los males sociales, en vez de cuestionar a los detentadores del poder o los opresores.

Educación bancaria

La educación bancaria es lo contrario de la educación popular. Freire usa el término “educación bancaria” para describir el sistema educativo tradicional. El concepto representa a los alumnos y alumnas como “contenedores vacíos” sin capacidad para el pensamiento crítico, esperando simplemente a que el personal docente “deposite” conocimiento en su interior. Para quien practica la educación popular, la “educación bancaria” refuerza los sistemas de opresión y debería siempre ser evitada.

Un importante principio básico de la educación popular es que el alumnado ya lleva dentro todo el conocimiento que necesita. El docente o la docente solamente tienen que facilitar el uso de ese conocimiento y experiencia. Por eso, herramientas como “la espiral de la educación” son útiles (ver el texto “el modelo en espiral” para más información), porque nos animan a empezar siempre con la experiencia y el conocimiento de las personas participantes, ya que sólo con la comprensión de los patrones y los temas generativos la gente podrá empezar a entender y responder al mundo en el que viven.

La educación de personas adultas —el trabajo hacia metas comunes de mejorar los métodos y materiales de la enseñanza de personas adultas, extendiendo las oportunidades de enseñanza para personas adultas, y la mejora del nivel general de nuestra cultura— se vuelve educación popular cuando empieza a trabajar por la transformación social radical. La educación popular debería ir a la raíz de las patologías de la sociedad.

Concienciación

En el corazón de este viaje hacia la conciencia crítica, está la concienciación, que ayuda a construir una cultura de autodeterminación entre aquellas personas aisladas y afectadas por la desigualdad. La “concienciación” se refiere a un posicionamiento crítico (Acción) frente a la realidad, adoptado a partir de un continuo proceso de reflexión y cuestionamiento (conciencia). Los programas de concienciación usan diferentes métodos para involucrar simultáneamente a la “cabeza” (argumentos intelectuales), el “corazón” (compromiso emocional), y la “mano” (potencial orientado a la acción) para crear transformación.

“Cuando solamente nombramos el problema, cuando solamente nos quejamos sin un enfoque o resolución constructiva, hacemos desaparecer la esperanza. De esta manera, la crítica puede convertirse en una mera expresión de profundo cinismo, que entonces trabaja para sostener la cultura del dominador”.

bell hooks

La educación es política

Steve Biko puso en práctica la educación popular de una forma que va en paralelo con este proceso de concienciación. Según Biko:

“En la metodología de Freire es un factor clave el reconocimiento de que la docencia debería ser un acto político directamente relacionado con la producción, la salud, las condiciones sociales.... para poder sumergirnos en el contexto de la experiencia vital de los alumnos y alumnas, básicamente para ser capaces de escuchar a la vez que se les anima a desvelar y ‘desempaquetar sus vidas y problemas’”.

Por ello, la educación alternativa y los programas de salud son imprescindibles para nuestra supervivencia. Para darles vida debemos entender los valores, creencias y mitos dominantes en nuestra sociedad, lo cual significa hacer un cuestionamiento crítico y emprender las acciones necesarias para combatir la violencia estructural y cultural. Este cuestionamiento para descubrir “la posibilidad de todas las posibilidades” conduce a la emancipación. Como afirma Freire, “los seres humanos deben convertirse en agentes activos de sus propia historia y sus propios modelos de desarrollo”.

Las habilidades dentro de la educación popular, es decir, escuchar activamente, vaciar el poder, superar el miedo, generar amor, celebrar nuestros poderes, contar la verdad y crear alternativas la obediencia, todas ellas proporcionan avenidas en el camino a libertad y la colaboración.