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Nombre: Espectro de alianzas

Tiempo: Mínimo 20 minutos

Propósito o meta del ejercicio:

  • Entender quiénes son nuestros aliados y quiénes nuestros oponentes.
  • Ayudar a que nos demos cuenta de que las tácticas se tienen que planificar en relación a si atraen o no a aliados clave y mueven a la gente a convertirse en aliados activos.
  • Animar a hacer esfuerzos de movilización más optimistas, dándonos cuenta de que no hace falta que los que se oponen a nuestro punto de vista compartan nuestra opinión.
  • Invitar a la gente a la fascinante complejidad de diseñar estrategias.

Dinamización:

Este ejercicio requiere un diagrama de noticias para explorar la idea de que la mayoría de situaciones de cambio en la sociedad suponen una lucha entre los que quieren el cambio y los que no. Representa a los que quieren el cambio como un punto en un lado de la hoja (digamos a la izquierda) y a los oponentes con un punto en el otro lado. Explica que las sociedades (o ciudades o estados), incluyen un rango de grupos que se pueden situar en un espectro, desde los más cercanos a nuestro punto de vista hasta los más opuestos. Dibuja una línea horizontal que represente este espectro. Dibuja una media luna o media tarta con porciones (como en el diagrama). Las porciones más cercanas a cualquiera de los extremos representa los aliados activos y los oponentes, la siguiente los aliados pasivos y los oponentes, y el grupo de en medio los sectores neutrales.

Usa el problema con el que estás trabajando; si ésta es una formación general, pide un ejemplo con el que la gente del grupo esté trabajando o que le interese. Haz una petición con respecto al problema. Pregunta quién estaría más inclinado a apoyar más, quién menos y quién en medio. Da ejemplos: “sindicatos”, “grupos de gente empobrecida”, “la Cámara de Comercio”, etc. Como participantes identificad a los grupos y sus situaciones en el abanico, apuntadlo en la “tarta”. Identificad por qué la gente es neutral; discutid si hay maneras de hacer que se hagan aliados. También fijaos donde la gente se ha movido ya de una parte a otra y hablad de por qué (por ejemplo: los soldados y los veteranos tienden a apoyar las guerras en un principio, pero a medida que la guerra va transcurriendo, desarrollan una oposición).

Da buenas noticias: en la mayoría de las campañas de cambio social no es necesario que el oponente se pase a vuestro punto de vista, incluso si son ellos los que ostentan el poder. Lo único que se necesita es mover algunas o todas las porciones de la tarta un paso en vuestra dirección. Si podemos mover cada parte un paso, seguramente ganaremos, aunque los partidarios más duros del otro lado no cedan.

A medida que el grupo elabora su estrategia y sus tácticas, necesita identificar a qué parte se quiere dirigir y cómo puede mover a la gente. Al decidir a quién queréis dirigiros, haceos las siguientes preguntas: ¿Con qué grupos tenemos algún tipo de acceso o credibilidad? ¿A qué grupos no estamos llegando? Según el propósito de nuestro grupo, ¿qué grupos serían los más indicados para persuadir?

Este ejercicio se puede hacer en tan solo 20 minutos, pero podéis pasar mucho más tiempo rellenando las porciones y analizando la situación.

Tomado de: http://www.trainingforchange.org/spectrum_of_allies

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